viernes, 6 de abril de 2018




PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE NACIONES Y PUEBLOS INDÍGENAS ORIGINARIOS CAMPESINOS EN BOLIVIA

Carlos Eduardo Brañez C



“Las consideraciones históricas anotadas nos muestran que la idea de participación política, sea mediante ideas autonomistas y/o de participación política de los pueblos… no es ninguna novedad que los movimientos indígenas contemporáneos la vuelvan a plantear. Por tanto, el gran reto de la democracia boliviana es resolver en el país (ahora o mañana) el reconocimiento real a los pueblos indígenas, sea mediante formas de autonomía o mediante una nueva forma de pacto social en la vida política del país. Un verdadero reconocimiento a los pueblos indígenas, significa partir de un diálogo intercultural, que podría reencauzar la crisis del país por una vía pacífica. Este es el reto de la democracia boliviana de hoy... Sólo una profunda "democratización" que tenga el sentido de refundación del país podría conducirnos a una real convivencia intercultural en el país.” (TICONA ALEJO, Esteban. Pueblos Indígenas y Estado boliviano. La larga historia de conflictos. Universidad de la Cordillera de La Paz. Gaceta de Antropología. Nº 19. 2003. Artículo 10. ISNN D214-7564. Pp. 10. El subrayado es mío)


1. Contextualización

Esta exposición es un informe histórico ensayístico, basado en la emergente legislación constitutiva del Estado Plurinacional de Bolivia, que aborda nuestra Democracia Intercultural en cuanto dispositivo catalizador de convivencia y multiplicidad de formas y relaciones de poder, entendidas así como la simultaneidad jurídica posible y necesaria de gobiernos y de formas de poder alternativo: participativo, representativo y comunitario. También, aborda algunos antecedentes genealógicos de la democracia intercultural en cuanto dispositivo histórico de interpelación a la democracia unívoca del Estado Nación que culmina con el Estado Plurinacional que constituye al órgano electoral como gestor y fortalecedor supremo que garantiza atribuciones en relación al ejercicio de la democracia comunitaria, de naciones y pueblos indígenas originarios campesinos en condiciones de complementariedad, pluralismo e interculturalidad, incorporando el territorio en cuanto espacialidad energética dual (circunscripción especial, distrito, municipio, tierra comunitaria, región) para reconstituir y alimentar el poder más allá del Estado republicano.


2. Referencias ancestrales

No se cuentan hoy con referencias y fuentes de documentación directa del mundo ancestral andino y amazónico, respecto a relaciones de poder, administración y/o a los sistemas de autoridad del mundo preexistente al mundo occidental europeo. Solamente contamos con registros y crónicas en la conquista temprana, diferencias notorias que el referente civilizatorio europeo logra capitalizar o excluir en torno a la conveniencia de dominación específica; sin embargo contamos con rasgos rituales, simbólicos y míticos de memoria colectiva relacionada a la territorialidad ancestral y a su composición administrativa de poder, a su vigencia histórica y especialmente a su visibilización y pugna pública creciente.

Por supuesto, una característica importante del resabio de poder ancestral en Abya Yala, radica en la diversidad étnica constitutiva y en la relativa como múltiple autonomía del poder, con distintos grados de correspondencia al mandato centralizado único, sacralizado y/o fratriárquico. La elegibilidad, si bien tiene en el consenso al recinto mayor para el ejercicio de poder, variaba desde la concentración divina semi-imperial extendida y cohesionada, esto es delegada ritualmente por la colectividad como en el caso del Estado Inca, pasando también por compartimentaciones y redes de dominio itinerante en función al control bioregional y biocultural o por pisos ecológicos, en Los Andes (Murra, 1975), hasta la insubordinación y desvinculación extrema a la autoridad política por otro poder mítico y excedentario de la guerra en la Amazonía, Oriente y Chaco (Clastres, 1974).


3.   El territorio: genealogía de representatividad republicana y de democracia comunitaria en Bolivia

a. Primera República

Está claro que el Constitucionalismo boliviano debe a la Carta de 1826, la promulgación posterior de la declaración de Independencia; desde entonces, por diecisiete veces, dicha carta ha sido reformada y modificada. Pero, hasta la primera década del siglo XXI, el legado común del constitucionalismo republicano muestra aun dos caras de la misma moneda: un liberalismo "clásico" igualitarista; aunque signado por una restricción constitutiva del ejercicio de derechos para indígenas, mujeres y gente sin propiedad - privada, puesto que la propiedad comunitaria no guarda alternativa más que para un pluralismo jurídico futuro-.

Veamos algunos antecedentes históricos. Respecto a la territorialidad del ayllu, por ejemplo, una Ley sancionaba la sustitución de la propiedad colectiva del ayllu por la propiedad individual (Ley de Ex vinculación, dictada por el gobierno de Frías en 1874). Con esto, se legaliza la extinción del ayllu y se pretende privatizar su territorio comunitario, mediante la dotación de títulos individuales. Al atentar contra la propiedad comunitaria, se logra afectar también la organización política comunitaria, pero fundamentalmente la cultura y la memoria política que supone la territorialidad del ayllu, pues el Estado boliviano instaura un proceso de Revisita General de tierras (año 1881) que prohíbe reconocer jurídicamente a las autoridades tradicionales, obligando a estrechar lazos de un movimiento indígena, denominado Apoderados Generales, quienes de todas formas son elegidos a partir del sistema de autoridades originarias como Jilacatas, Mama jilacatas, Jilanqus, Mallkus, Mama Mallkus, Curacas, etc. (departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba).

El resultado paradójico de esta masiva oposición y resistencia indígena fue rearticular la vigencia de títulos de composición y venta reconocidos por la Corona de España en la época colonial lo cual, no solamente implica la suspensión de la revisita general de tierras por parte del gobierno republicano y la exención de las comunidades originarias de la revisita. Este hecho, también rearticula la memoria de pacto estatal republicano pero colonial, pues para el movimiento indígena resulta en lo mismo; es así que, desde la conquista y colonia europea la memoria política indígena originaria hace conciencia de la territorialidad comunitaria afectada y a fines del siglo XIX la lucha configura claramente el poder de ayllus y comunidades, comenzando a plantear el derecho a la autonomía, con explícito desacato a autoridades superiores y subalternas estatales de la república1.


b. República colonial y refundación estatal

Por lo tanto éstas no solamente son referencias históricas sino conexiones genealógicas de un hilo conductor que tiene al territorio como eje de conflicto y de participación política. Santiago de Machaca por ejemplo, nos ofrece preámbulos de autonomía indígena originaria en la gestación del primer gobierno comunal indígena originario, aglutinando a 12 ayllus aimaras y hundiendo raíces en ese mismo hecho o que anuncia la rebelión respecto al territorio y la primera victoria de los Caciques Apoderados. Así aconteció con los ayllus y comunidades originarias que, en base a un Título General de Tierras Comunitarias (reconocida por la entonces Prefectura del departamento de La Paz), constituyen al gobierno comunal de Jesús de Machaca el año 19202.

La articulación del movimiento indígena originario en tierras bajas, se inicia en base a la lucha de Eduardo Nina Quispe, cuyo ayllu (Taracu) fue convertido en hacienda (Ticona, Op. Cit, 5) y desde entonces concentra su lucha en aglutinar a todas las autoridades originarias, a través de una instancia llamada “Centro Educativo Collasuyo”. En 1934, su estrategia se generaliza como solicitud del deslinde general de territorios con los pueblos indígenas guaraní, mojeño y chiquitano, de los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Beni; de esta manera líderes legendarios del Oriente, Chaco y Amazonía, se adscriben al deslinde de territorios comunitarios3.

Este eje de lucha territorial, que adquiere diversas facetas y actores pero un mismo hilo genealógico que recae en la restitución comunitaria del territorio, tanto en tierras altas y bajas de Bolivia, muestra ejemplos explícitos de participación política como el caso de Manuel Chachawayna, quien fue el primer candidato aymara a diputado en la historia política de Bolivia. Quienes proponen como candidato a Manuel Chachawaya son del Partido de la Unión Nacional, desprendido del Partido Republicano que lleva al poder a Hernando Siles (1925-1930). Como se sabe, los indígenas no votaban por ser iletrados bajo la Ley Electoral de entonces y aunque inventaron artificios legales, el entonces candidato aimara no logró llegar a su objetivo, pero sí dejó un registro genealógico de su estrategia política: "No sólo podemos ser electores, sino elegidos, bien por nosotros, empecemos por la diputación para después llegar a la Presidencia de la República, puesto que somos mayoría" (La Razón, 1927, en Ticona, Op.Cit., 4). De tal manera que en el contexto de pugna entre élites republicanas, que llegan por ejemplo a su clímax a comienzo de siglo XX con la denominada Guerra Federal, es el mismo movimiento indígena originario de los “Apoderados Generales” quienes finalmente encuentran su derrota y traición (Pablo Zárate Willka, Juan Lero y otros -1900).

Resulta clave comprender que la territorialidad comunitaria -segunda década del siglo XX (1912)- encuentra continuidad de lucha y este mismo movimiento indígena originario, esta vez liderado por “Caciques Apoderados” de ayllus y comunidades de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca (Santos Marka T'ula, Faustino Llanqui, Francisco Tangara, Mateo Alfaro, Dionisio Phaxsi Pati, Feliciano Condori y muchos otros), reciben la posta en una dura lucha legal que se prolonga hasta 1952. La demanda es la misma y esta vez la rebelión alcanza mayores dimensiones en busca no sólo de una restitución de tierras comunales, usurpadas por las haciendas sino de igualdad política. Lo que nos interesa aquí es que, esta vez, la lucha de este movimiento indígena originario, complementa la reivindicación de "soberanía comunal" (THOA, 1984) con Reforma Agraria pero incorporando la reivindicación de "ciudadanía", esto es con Voto Universal, sacrificando temporalmente el factor étnico -indígena originario- en favor del campesino.

Así como cientos de años antes, hoy, el eje de los conflictos entre la sociedad indígena y la sociedad criolla dominante, continúa signado por el territorio y la participación política: no meramente como medio igualitarista de poder, producción y de recursos, sino como territorialidad comunitaria que a partir de 1952 “alterna” la democracia universal y la comunitaria. En cuanto espacialidad energética, la territorialidad del ayllu, espacio sagrado, productivo, político y social, se entrelaza con el Estado a la vez que lo excede.

Esa es la razón para que, a pesar y en la medida en que se fortalecen los gobiernos liberales contra las tierras comunales, el movimiento indígena originario campesino diseña siempre sus estrategias, aun sea su lucha una lucha desigual, su convicción de ser propietarios comunitarios y primigenios del territorio desde los antepasados, no cede al tiempo.

Instaurado el nacionalismo revolucionario en base al pacto político basado en territorio y ciudadanía, pronto el movimiento indígena originario campesino continúa su lucha y se moviliza contra los regímenes militares engendrados por el fracaso del MNR, en especial, contra el Pacto Militar Campesino. Irrumpe así el katarismo como primer movimiento masivo después e la Reforma Agraria de 1953 y uno de los primeros a nivel continental (Xavier Albó).

En términos estructurales generales, los pueblos orientales continuaron bajo relaciones de opresión y dependencia con profundo raigambre colonial, con comunidades donde aun sobreviven regímenes de semi-esclavitud. Si bien en tierras altas el movimiento indígena originario experimenta, producto del pacto estatal de 1952 un silencio étnico, invisibilizando sus dimensiones territoriales y políticas ancestrales a favor del sindicalismo agrario campesino; en las tierras bajas, el movimiento indígena si bien no constituye mayorías demográficas, irrumpe en la política boliviana reivindicando el territorio comunitario rearticulando su identidad étnica diversa y reactualizando así el factor genealógico de territorialidad indígena también para tierras altas.

Este proceso de articulación del movimiento indígena originario campesino debe entenderse como un proceso matizado por relieves dignos de análisis simultáneos respecto a experiencias históricas diferenciadas, pero que finalmente permiten la base genealógica –histórica, social y política- necesaria para los grandes cambios constitucionales de la primera década del siglo XXI. Lo importante es anotar que, a fines del siglo XX, a pesar de abrirse significativos espacios de convocatoria política y electoral, nunca llegaron a jugar roles preponderantes de conducción y sólo llegaron a acceder ocasionalmente a puestos electivos en los poderes públicos, como en los casos acontecidos como producto de la aprobación de la Ley de Participación Popular (Alem Rojo, 2006).

Esta limitación a la participación política, a pesar de las reformas estructurales de primera y segunda generación consolidadas en la década de los 90 del siglo XX, contrasta con la búsqueda de reivindicación territorial, que luego se fortalece con la emergencia de derechos integrales por los cuales lucha el movimiento indígena originario campesino, que por su parte, ya a principios de la década de los ’90, concentra e irradia esta vez, una lucha democrática para cambiar el propio Estado Nación cambiando la Constitución Política del Estado vigente hasta entonces4 a través de una Asamblea Constituyente.

Es así que organizaciones indígenas y campesinas grandes como CIDOB (Confederación Indígena del Oriente, Chaco y Amazonía de Bolivia), CONAMAQ (Consejo de Ayllus y Markas del Kollasuyo) y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) desde hace años manifiestan su lucha por cambios constitucionales -Ley de Necesidad de una Reforma Constitucional- para transformar el Estado boliviano.

De tal forma, el movimiento indígena originario campesino marcha, el año 2000, hacia un sistema legal con fuertes rasgos multiculturales y derechos autonómicos (García Linera, 2003).

Para concretar tales cambios, la última reforma parcial de la ex CPE, el año 2004, institucionaliza figuras jurídicas de la Asamblea Constituyente, que por primera vez en la historia republicana de Bolivia, adviene con potestad de modificar integralmente la Carta Magna esto es a la misma república, a través del Referéndum y la Iniciativa Legislativa Ciudadana, buscando especialmente romper el monopolio de la representación política en manos de partidos políticos, reconociendo así a “Agrupaciones Ciudadanas” y a “Pueblos Indígenas” como sujetos político-electorales en igualdad de condiciones que los partidos políticos (Díez Astete, 2010; ARNOLD, 2004)5.

c)  Breve Cronología Electoral6

i.          Elecciones de 1979

El año 1979, persisten los golpes militares que siguen a la larga dictadura de Hugo Banzer Suarez. Juan Pereda Asbún, el 14 de noviembre de 1978 emite un Decreto Ley 15932 convocando a Elecciones Generales en 1980; pero haciendo explícita la crisis y división existente en el seno de la Fuerzas Armadas, Celso Padilla emite, doce días después, el 24 de noviembre del mismo año, otro Decreto Ley (D.L. 15978) convocando a Elecciones Generales para el 1 de julio de 1979. El proceso se empantana y de acuerdo a los resultados, se delega a Walter Guevara Arce como Presidente a.i. hasta convocar a nuevas elecciones; sin embargo en noviembre de 1979 asola un nuevo golpe sucedido por otro más en el mes de julio de 1980.

Las características eleccionarias más importantes, propias a la Constitución Política del

Estado de 1967 fueron:

     Las circunscripciones fueron diez: una por cada departamento = 9 + 1 a nivel nacional haciendo en total Diez Circunscripciones Electorales.

     Todas las circunscripciones fueron Plurinominales.

     Se definió a 5 diputados y 3 senadores por departamento.

     También se definió a 1 diputado por cada 50.000 habitantes sin contar a capitales departamentales.

     En la forma de voto, por primera vez se utilizó la Papeleta Multicolor y Multisigno.

     Ganó las Elecciones Hernán Siles Suazo (UDP – 36,o%) seguido por Víctor Paz (A-MNR – 35,9%)

     En la distribución parlamentaria ganó A-MNR con 44% frente a la UDP con 31%

     Participó el Movimiento Indio Tupac Katari (MITKA) con Luciano Tapia Quisbert como


candidato a la Presidencia y Eufronio Velez 
Magne como candidato a la

Vicepresidencia









Resultados MITKA:19.624
 votos


16.557 votos en La Paz








2.707 votos en Oruro






ii.
Elecciones de 1980


“Masacre de Todos Santos” llama la historia al Golpe de Estado en noviembre de 1979. Natusch Busch, a través del D.S. 17112 del 09 de noviembre de aquel año convoca a Elecciones para Presidente y Vicepresidente sin Diputados ni Senadores para el 04 de mayo de 1980 (misma fecha de la convocatoria fallida de Pereda); pero la presión internacional y las intensas movilizaciones hicieron recaer la presidencia interina a la presidenta de la Cámara de Diputados de entonces, la Sra. Lidia Gueiler Tejada quien el 22 de enero de 1980 mediante DS. 17188 convocó a Elecciones Generales para el 29 de junio del mismo año.

Con Lidia Gueiler se aprobó la nueva Ley Electoral Nº 531 del 08 de abril de 1980.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Ganó las Elecciones Hernán Siles Suazo (UDP – 38,8%) seguido por Víctor Paz (MNR – 20,2%) y Hugo Banzer (ADN – 16,9%)

     En la distribución parlamentaria ganó la UDP con 36% (57 parlamentarios), MNR con 28% (44 parlamentarios) y ADN con 19% (30 parlamentarios)

     Participó el Movimiento Indio Tupac Katari (MITKA-1) con Constantino Lima como candidato a la Presidencia y Honorato Sánchez medina como candidato a la Vicepresidencia; también MITKA con Luciano Tapia Quisbert como candidato a la Presidencia y Eufronio Velez Magne como candidato a la Vicepresidencia

     Resultados MITKA-1:

O    10.147 votos en La Paz

O    1 Diputado


iii.          Elecciones de 1985

Con demandas sociales desproporcionadas haciéndole juego a una oposición implacable de derecha y con una inflación de 24.000%, La UDP acorta su mandato en un año y convoca a elecciones Generales (Ley 679 del 14 de diciembre de 1984).

Además de elegir a Presidente, Vicepresidente, Senadores y Diputados, se elige también a Alcaldes y Órganos Deliberantes.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Ganó las Elecciones Hugo Banzer (ADN – 38,8%) seguido por Víctor Paz (MNR – 20,2%).

     En la distribución parlamentaria ganó el MNR con 36% (57 parlamentarios), la izquierda apoya al MNR para impedir llegar a la presidencia a Hugo Banzer

     Comienza la democracia pactada.

     Participó el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari (MRTK) con Macabeo Chila Prieto como candidato a la Presidencia y Hermógenes Bazualdo García como candidato a la Vicepresidencia; también participa el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari de Liberación (MRTKL) con Genaro Flores Santos como candidato a la Presidencia y Filemon Escobar Escobar como candidato a la Vicepresidencia.

     Resultados MRTKL:

O    33.773 votos sumados en La Paz y Oruro – 1,6%

O    2 Diputados


iv.          Elecciones de 1989

Estas elecciones se llevaron a cabo sobre la base de una reforma Electoral hecha en 1986 (Ley Electoral 857 del 20 de mayo de 1986), que reduce el número de partidos, lo cual trae como consecuencia la profundización de la democracia pactada y la exclusión de poder de otros partidos y grupos que no se veían representados. Entre 1989 y 1993 irrumpen tres grupos armados: FAL-ZW (Fuerzas Armadas de Liberación – Zárate Willka), CNPZ (Comisión Néstor Paz Zamora de Ejercito de Liberación nacional, ELN) y el EGTK (Ejercito Guerrillero Túpaj Katari).

Se abrió un Padrón Electoral en 1988 para inscribir electores con Cedula de Identidad o Libreta de Servicio Militar. También se hizo posible que para los nacidos antes de 1940 valga el Certificado de Bautismo (Ley Nº 1037 del 17 de diciembre de 1988); también valía el Certificado de Nacimiento.

El Padrón Electoral arrojó a 2.137.285 ciudadanos inscritos.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Se denominó a los Vocales de la Corte Nacional Electoral como “La Banda de los Cuatro” puesto que sirvieron a un pacto político secreto previo a elección presidencial y que permaneció durante cierto tiempo: luego, el voto ciudadano fue menos que el pacto que engendró el llamado “Acuerdo Patriótico” (Frente MIR-ADN) también para las elecciones municipales de 1991 y para las generales de 1993. Desde entonces la Corte Nacional Electoral se institucionaliza y se compuso de integrantes sin filiación partidaria.

     Gana el MNR con 25,7%, seguido por ADN con 25,2% y por el MIR 21,9%. CONDEPA logra el 12,3% y la IU el 8,1%.

     En la distribución parlamentaria el Acuerdo Patriótico MIR-ADN hace presidente a Jaime Paz Zamora del MIR y Vicepresidente a Luis Ossio del PDC que acompaña como Vicepresidente a Hugo Banzer de ADN.

     Participó el Frente Único de Liberación Katarista con Genaro Flores Santos como candidato a la Presidencia y Hermógenes Bazualdo García como candidato a la Vicepresidencia; también participa el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari de Liberación (MRTKL) con Victor Hugo Cárdenas como candidato a la Presidencia y Emigdio Valeriano Thola como candidato a la Vicepresidencia.

     Resultados FULKA:

O    2,1% La Paz -11035 votos

     Resultados MRTKL:

O    2,8% La Paz – 14.598 votos

O    2,8% Oruro – 2725 votos


v.          Elecciones de 1993

Estas elecciones se llevaron a cabo luego de una reforma política importante. Se conformaron Cortes Electorales imparciales y se emitieron leyes como modificaciones a la CPE, especialmente para resguardar la voluntad del voto y evitar pactos a espaldas de los electores. Se institucionaliza una Corte Nacional Electoral Autónoma con vocales elegidos mediante mecanismos institucionales claros y firmes.

Las reformas institucionales inauguran un nuevo proceso a favor de la privatización, descentralización, la reforma educativa y el reconocimiento formal de la heterogeneidad cultural en Bolivia.

Se emite una Ley Electoral Nº 1246 del 05 de julio de 1991 que permite la elección de cuatro vocales mediante dos tercios de la votación en el Congreso y el quinto por el Presidente de la República. Desde entonces, el conteo de mesas es definitivo, sin reconteo de votos ni revisiones de actas; sin embargo el mandato de conformar un padrón único recién se inicia el año 2004.

Podemos considerar que las alianzas electorales de los candidatos, muestran ya una aproximación lejana de interculturalidad en por lo menos en el frente ganador (MNR-MRTKL) y en la coalición formal de CODEPA cuyo candidato a vicepresidente (croata) acompaña a su candidato a la presidencia con base aimara.

La fórmula de dos-tercios se formaliza por lo que suman la alianza de MNR-MRTKL el MBL y la UCS, juntando a 69 de los 130 diputados y a 18 de 27 senadores.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Gana el MNR con 35,7%, seguido por AP con 21,1%, por CONDEPA con 14,4% y por UCS con 13,8%.

     En la distribución parlamentaria el MNR-MRTKL alcanzan un 43%, el Acuerdo Patriótico MIR-ADN tiene un 27%, UCS llega a un 13%, CONDEPA 8% y MBL 4%..

     Participó el Movimiento Katarista Nacional con Fernando Untoja Choque como candidato a la Presidencia y Tomas Ticuazu Herítaruqui como candidato a la Vicepresidencia


vi.          Elecciones de 1997

Estas elecciones se llevaron a cabo aplicando las reformas a la CPE en el plano electoral. Se conformaron 68 circunscripciones uninominales para la Cámara de Diputados, y se pasa a elegir a representantes municipales, que según las reformas estructurales permitirían a habitantes rurales, entre ellos campesinos e indígenas, participar a nivel local y proyectarse a nivel nacional.

La edad mínima se redujo a 18 años y el periodo de mandato se extiende a cinco años para diputados, senadores, presidente y vicepresidente.

Se instauran, según la Ley Nº 1704 del 02 de agosto de 1996, tres tipos de circunscripciones: 1 Nacional, 9 departamentales y 68 uninominales. Se especifica la cantidad máxima de parlamentarios (157: 130 diputados – 27 senadores). El 50% de diputados se elegirán en circunscripciones uninominales y 50% en circunscripciones departamentales plurinominales. La única posibilidad de variación a las cantidades viene por Ley luego de un nuevo Censo Nacional de Población.

Se fijan parámetros para la Papeleta de Votación, dividida en dos partes: la superior para presidenciables y vicepresidenciables mientras que la parte baja para diputados uninominales (nombre y fotografía para el titular y nombre para el suplente).

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Solamente aquellos partidos que logren arriba del 3% de votos válidos accederán a diputación en circunscripción plurinominal.

     Se presenta el Instrumento por la Soberanía de los Pueblos que va con la IU. La circunscripción 27 gana con el máximo de votos para una diputación uninominal que recae en el candidato a diputado Evo Morales.

     Gana ADN con 22,3%, seguido por MNR con 18,2%, por CONDEPA que logra el 17,2% y por el MIR con 16,8%.

     En la distribución parlamentaria ADN logra 43 parlamentarios y hace presidente a Hugo Banzer Suarez y Vicepresidente a Jorge Quiroga Ramirez. MNR y MIR logran 30 parlamentarios, mientras que UCS 23 y CONDEPA 22; finalmente MBL logra 5 parlamentarios e IU se conforma con 4.


vii.          Elecciones de 2002

Estas elecciones se llevaron a cabo aplicando el Código Electoral aprobado en 1999.

Se marca el inicio del fin de los partidos tradicionales que protagonizaron la democracia pactada (MIR, ADN, UCS, NFR) y se asiste al primer ascenso electoral del MAS.

Los movimientos sociales, fruto de marchas y movilizaciones en la década anterior hasta el año 2000, comienzan a madurar la agenda de Asamblea Constituyente. La intromisión de la Embajada norteamericana en asuntos internos inclina la balanza contra partidos neoliberales.

El MAS-IPSP se presenta solo a las elecciones por primera vez y logra un importante caudal de votos.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     El MAS aglutina a fuerzas diversas de izquierda y se comienza a consolidar el movimiento indígena originario campesino con opción e instrumento de gobierno.

     Gana MNR-MBL con 22,5%, seguido por el MAS y por NFR ambos con 21,0%, por el MIR que logra el 16,4%.

 En la distribución parlamentaria MNR-MBL logra 47 parlamentarios y hace presidente a Gonzalo Sanchez de Lozada y Vicepresidente a Carlos Mesa Quisbert. El MAS, con 35 parlamentarios prefiere no hace alianzas.


viii.          Elecciones de 2005

Estas elecciones se adelantaron debido a que el gobierno de Sánchez de Lozada fue echado en octubre de 2003.

Se gesta una insurrección popular que decide plantear una Agenda de Octubre que especialmente contiene: Asamblea Constituyente e Industrialización de los Hidrocarburos. Carlos mesa asume la Presidencia y se compromete a llevar adelante la Agenda de Octubre, para lo cual modifica la CPE y abre posibilidades legislativas para convocar a una Asamblea Constituyente además de abrir la participación política sin partidos a través de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas. Otra agenda del movimiento Cívico de Santa Cruz, impone la elección de Prefectos y el Referéndum por Autonomías.

Renuncia Mesa y el Presidente de la Suprema asume la Presidencia convocando a Elecciones Generales en 180 días, modificando el Art. 93 de la ex CPE para habilitar la elección a Diputados y Senadores.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Se eligieron también Prefectos departamentales sin que el partido político sea condición ineludible.

     Se dispuso nueva distribución de escaños

     Evo Morales con el MAS logra el 53,8% de los votos válidos.

     MAS logra 84 parlamentarios, PODEMOS 56, UN 9 y MNR 8


ix.          Elecciones de 2006 para la Asamblea Constituyente

Estas elecciones se llevó a cabo el 2 de julio de 2006 en base a dos Leyes promulgadas el 06 de marzo por el Presidente Eduardo Rodríguez para elegir a los constituyentes y para el referéndum sobre las Autonomías.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Se eligieron también Prefectos departamentales sin que el partido político sea condición ineludible.

     Se dispuso nueva distribución de escaños

     El MAS logra el 50,8% de los votos válidos.

     Al no lograr el MAS los dos-tercios, el movimiento indígena originario campesino sacrifica parte de sus reivindicaciones históricas en la Asamblea Constituyente


x.          Elecciones de 2009

Luego de conflictos propios a un proceso de transición general del estado, el referéndum para la aprobación de la nueva CPE, emergente de la Asamblea Constituyente, se llevó a cabo el 25 de enero de 2009. Con el 61,4% de los votos válidos, la población dijo SI a la nueva CPE la cual fue promulgada el 07 de febrero de 2009. La primera disposición fue dar al Congreso el plazo de 60 días para emitir una nueva legislación electoral y llamar primero a Elecciones Generales para el 06 de diciembre de 2009 y a Elecciones Departamentales y Locales para el mes de abril del año 2010.

Las características eleccionarias más importantes fueron:

     Se conforma un Padrón Biométrico

     Se crean Circunscripciones Especiales Indígenas Originarios Campesinas para elegir algunos miembros a la Cámara de Diputados de la Asamblea legislativa Plurinacional.

     Se elige a los representantes indígenas según usos y costumbres

     La oposición argumenta la fórmula de “un ciudadano, un voto” y solamente se establece a 7 Circunscripciones especiales uninominales departamentalizados y no así a 14 o 37, que era la reivindicación del movimiento indígena originario campesino
     Hubo posibilidad de reelección de presidente y vicepresidente.

     Se dispone la posibilidad de Segunda Vuelta y se valida el voto de residentes bolivianos en el exterior

     MAS logra 108 parlamentarios, PPB-CN 44, UN 3 y AS 2

     Evo Morales con el MAS logra el 64,0% de los votos válidos.


Se instaura el referendo de acceso a las Autonomías Indígenas originario Campesinas para consolidar el autogobierno y la libre determinación, privilegiando la conversión de 12 municipios de los cuales 11 decidieron el Sí a las AIOC.

A partir del año 2010, con la instauración de un nuevo Órgano Electoral Plurinacional a través de la Ley del Régimen Electoral y la Ley del Órgano Electoral Plurinacional, en articulación orgánica con la Constitución Política del Estado y otras Leyes como la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, el carácter múltiple y equivalente en la emergente gobernabilidad boliviana permite dar los primeros pasos formales de la democracia intercultural boliviana, donde a partir de la democracia comunitaria las naciones y Pueblos Indígena originario Campesinos pueden construir de forma deliberativa proyectos de estatutos autonómicos, de los cuales en el segundo semestre del año 2014 solamente apenas dos fueron constitucionalizados: Totora Awki Marka (Oruro) y Charagua (Santa Cruz), abriendo la posibilidad a que alrededor de otros veinte casos inicien su proceso autonómico por la vía municipal y por la vía territorial en todo el país, en caso que la voluntad política constituyente siga vigente en el tan mentado proceso de cambio en Bolivia.


La Paz, 2012



Notas

1  (TICONA ALEJO, Esteban. Pueblos Indígenas y Estado boliviano. La larga historia de conflictos. Universidad de la Cordillera de La Paz. Gazeta de Antropología. Nº 19. 2003. Artículo 10. ISNN D214-7564. Pp. 10. ... aunque existen muy pocas investigaciones específicas, la formación del primer gobierno indígena en Peñas (Oruro), alrededor de 1900, encabezado por Juan Lero y sus ministros, no fue una casualidad del momento, sino una consecuencia de una etapa de fuerte convicción indígena de buscar su autogobierno.” (p. 2)

2   Los Caciques apoderados intentaron con muchas dificultades irradiar la experiencia de reconocimiento de los títulos coloniales en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y Potosí: “… había agilizado una rápida reproducción de esta ideología anticolonial, cuyo rasgo más sobresaliente constituía la autonomía: gobierno de las markas aimaras.” (Id. P. 3)

3   “… Casiano Barrientos, capitán grande del Izozog, Saipurú y Parapetí de la provincia Cordillera de Santa Cruz, Guardino Candeyo, Tiburcio Zapadengo y Manuel Taco de Tarija, y José Felipe Nava, Sixto Salazar de Rocha del Beni. 

Lo más interesante en el pensamiento de Eduardo Nina Quispe, es el reencuentro de los pueblos andinos y los amazónicos. Aquí queda pendiente de investigar cuáles fueron las bases de esa alianza.” (Id. P. 6)

4  El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y de las autoridades creadas por ley (…). La representación popular se ejerce por medio de los partidos políticos o de los frentes o coaliciones formadas por éstos. Las agrupaciones cívicas representativas de las fuerzas vivas del país, con personería reconocida, podrán formar parte de dichos frentes o coaliciones de partidos y presentar sus candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República, Senadores, Diputados y Concejales. (ex CPE. Art. 223)

5   ARNOLD, Denise. VILLARROEL, Victor. Pueblos indígenas y originarios de Bolivia. HACIA SU SOBERANÍA Y LEGITIMIDAD ELECTORAL. CNE. 2004. Pp. 148. Visto en cifras, las agrupaciones ciudadanas lograron obtener el 28,75% del total de la votación nacional y 316 concejales. En tanto que los pueblos indígenas obtuvieron el 1,87% de la votación nacional y 104 de los 1.808 concejales electos.” (p. 7)


6    CNE. PNUD. IDEA. ASDI. ATLAS ELECTORAL DE BOLIVIAElecciones Generales 1979 – 2009.  Asamblea Constituyente 2006.




Bibliografía

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CLASTRES, Pierre. La Société contre l'État. Les Edicions de Minuit, Paris, 1974

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ALEM ROJO, Alfonso. La participación indígena en Bolivia, “refundar en clave de pluralidad”. En Mesa: “El voto indio y los indios votados. Derechos y participación política indígenas en procesos electorales de América”. IIDH. Pp. 30.

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DÍEZ ASTETE, Álvaro. Estudio sobre Democracia Comunitaria y Elección por Usos y Costumbres en las Tierras Bajas de Bolivia, Elecciones Departamentales y Municipales 2010. CORTE NACIONAL ELECTORAL – IDEA INTERNACIONAL. Informe Final. La Paz. Bolivia. 2010. Pp. 193.

CNE. PNUD. IDEA. ASDI. ATLAS ELECTORAL DE BOLIVIA. Elecciones Generales 1979 – 2009.
Asamblea Constituyente 2006.

BRAÑEZ,                      Carlos                       E.                      Democracia                      intercultural                       hoy.
https://www.academia.edu/7671169/Bolivia._Dem





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